El músico sufre de un desorden obsesivo compulsivo y otro de déficit de atención. Y si; no podía ser perfecto.
Canta bien, baila mejor, es uno de los productores más cotizados del momento, se quedó con la chica más linda (la hermosísima Jessica Biel) y su carrera como actor amenaza con despegar en cualquier momento. ¿Es Justin Timberlake lo más cercano a la perfección en carne y hueso? Respiren tranquilos, porque no, como todo persona más o menos normal, él también tiene sus problemas. El ex ‘Nsync informó que, a falta de un problema, sufre de una doble condición: desorden obsesivo compulsivo y de un desorden de déficit de atención. Según explicó, debido al desorden obsesivo compulsivo se volvió extremadamente prolijo y puede pasar horas enteras alineando objetos. Por otro lado, dijo que el desorden le causa tanto stress que a menudo lo debilita. Pensamientos obsesivos, compulsión y rituales son algunos de los síntomas que frecuentemente se desprenden de esta condición. Como si esto no fuera suficiente, también tiene que hacerse cargo de su desorden de déficit de atención, que se desarrolla en la infancia y por el que se experimenta distracción, olvido e hiperactividad. “Tengo un desorden obsesivo compulsivo y un desorden de déficit de atención. Tratá vos de vivir con eso. Es complicado”, señaló el cantante. A pesar de esto, el intérprete de “Sexyback” comentó que tiene las cosas bajo control.
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